17:15
Llevo media hora buscando a Judith. No aparece por ningún lado. He recorrido
ya esta playa cinco veces. Gabriel y el resto están trasladando el cadáver de
desconocidos al paseo marítimo para poder identificar a todos y cada uno de los
muertos. Gabriel salta des de del muro que separa la ciudad de la playa. Aterriza
a escasos metros de mí.
-No la busques más- dice pausadamente. –El combate es traicionero, y a
veces los cuerpos desaparecen sin dejar rastro.-
Mis piernas dejan de funcionar, caigo de rodillas sobre la arena seca. Mis ojos
ya o pueden parar de llorar. La vista se me nubla, me estiro en la arena, y
descanso. Gabriel se pone a mi lado también tumbado. Se me cierran los ojos y
descanso.
18:30
Gabriel me despierta. El horizonte esta calmado, esta vez no hay
sobresaltos. Me levanto y sigo a Gabriel. El todoterreno está ya en marcha. Joan
está al volante, junto a Anna. Marta acaricia el pelo de Martin. Creo que no lo
ha superado todavía. Me acerco a ella y subo al coche. Me siento junto a ella y
la abrazo. Sus ojos siguen llorando. Martin sigue caliente. ¡Su corazón late! Marta
se apoya en el respaldo del sillín.
-¿Sobrevivirá?-le pregunto con una voz casi susurrando.
-no lo creo, pero él es fuerte. Lo conseguirá.-
Martin había sufrido una explosión a medio metro de distancia. No había
sufrido heridas de metralla, pero estaba en un estado parecido al coma.
19:00
La casa está en silencio. En la pared de entrada hay un cartel, este,
anuncia una fiesta a la victoria. No creo que sea lo más sensato, pero creo que
lo único que necesitamos ahora es una fiesta. O eso creo yo. Marta y yo hemos
perdido a un ser muy querido cada uno. Gabriel
estaba cansado de combatir, Joan nunca rechazaba una fiesta gratis, Anna nunca
se había emborrachado, y yo necesitaba una pausa entre tanto dolor.
19:45
El agua reseguía mi cuerpo, el fluido me limpiaba y a la vez me sacaba las lágrimas
de los ojos. Paré el paso del agua y salí. Me sequé y me vestí con ropa limpia.
No creo que para salir de fiesta lo más adecuado sean unas botas militares,
pero era lo único que no había sido volado por una granada de mano en la playa.
El resto me esperaba en el salón. Gabriel decidió quedarse en casa. Era el que
menos había sufrido los efectos de la tormenta de fuego en la playa. Así que se
quedó a cuidar el cuerpo de Martín. La calle estaba bastante vacía. En el arcén
había algún que otro viandante, pero los coches no circulaban por ella. La fiesta
estaba a dos manzanas de aquí, así que fuimos a pie.
24:00
La fiesta no estaba mal. No sabía que era una fiesta donde el 90% de la música
era ska. Así que no solo me gustó el hecho de que hubiese alcohol, sino también
la música que lo acompañaba. Yo sostenía
un vaso con ron. El líquido relucía con las luces del concierto. Había perdido
de vista a todos mis compañeros. Marta se había ido a casa, no soportaba el
ska. Joan se había ido con una chica que ya conocía. Supongo que no solo a
hablar. Así que me acabé el contenido del vaso y fui a bailar. Los pisotones
eran abundantes, así que mis botas fueron útiles.
00:45
Siento que una mano tira de mí. La oscuridad me engulle. El concierto suena
muy lejos.
01:00
No consigo ver el rostro completo con el cual me beso, pero sus facciones
me son conocidas.
09:15
Mi cuerpo está desnudo entre unas sábanas limpias. Encuentro mis
calzoncillos sobre una silla. Me levanto de la cama y la cabeza empieza a darme
vueltas. Ayer me pasé con el ron. Me pongo los pantalones y me abrocho el cinturón.
Recorro un pasillo que huele a huevos y café. En el suelo hay un rastro de
sangre seca, recuerdo este lugar. Había venido aquí. La puerta del pasillo está
en el suelo. En la cocina hay una chica de espaldas. La chica percibe mi presencia; se gira. Su pelo
corto flota en el aire. Judith sonríe.
¿Que os parece? Comentad pls.
No hay comentarios:
Publicar un comentario