viernes, 13 de marzo de 2015

Capítulo: 11º : Aeródromo

14:05
El improvisado aeródromo se encuentra ya a unos escasos metros de nosotros. Cada pocos minutos aterrizan aviones y despegan otros pocos. Llegamos hasta una caserna donde hay unas oficinas. Dentro hay gente hablando por teléfono o escribiendo datos en el ordenador. Un oficial nos conduce hasta unas barracas con tela de camuflaje por encima. Entramos en las salas, y unas literas se extienden a lo largo del barracón. La sala esta fría. Me dirijo hacia la última de las literas, y deposito el material.

14:30
El oficial que parece estar al mando de esta zona creo que no se ha dado cuenta de que está pisando territorio anarquista. Aun así debemos obedecerle por nuestro propio bien. No creo que debamos saltar des de un avión sin ni siquiera saber abrir un paracaídas. Llevamos una hora de clase teórica sobre como saltar de un avión. Y la forma de aterrizar sobre el suelo firme sin destrozarnos las piernas. De repente, suena una alarma y las puertas se abren. Se acabó la clase. Según un horario colgado en la puerta de la habitación tenemos dos clases diarias y deporte y clases prácticas por la tarde. Según nos han dicho en clase en un par de semanas deberíamos salir de aquí.

15:30
La comida se sirve en un pabellón cerca de nuestra “habitación” no está muy buena, pero estamos todos hambrientos y la comemos ávidamente. En una hora tendremos actividad física. Di no me equivoco des de aquí cuento unas treinta mesas, con diez personas en cada una. Así que somos unos trescientos.

16:45
Yo y el resto de la unidad llevamos quince minutos corriendo dando vueltas alrededor del aeródromo. El oficial que está al mando del ejercicio nos ha hecho un spoiler de lo que haríamos esta tarde. Nos esperan una larga hora de correr, y una larga hora de manipulación armamentística.

17:30
Hemos parado de correr, el oficial nos ha dado un tiempo de descanso, todos estamos sentados o tumbados en el suelo.  De repente el oficial nos devuelve al barracón.
-¡Tenéis cinco minutos para cambiaros y recoger las armas que tengáis! ¡Formad delante del barracón!- no entiendo por qué todos los militares gritan tanto. ¿Estarán sordos o algo? Bueno. Aun así parecía que tuviesen más autoridad.

17:45
Estamos todos firmes delante del barracón. Delante de nosotros hay una serie de obstáculos.
-Primer pelotón: Sargento Arun. Vaya con su unidad hasta la otra punta del campo de entrenamiento y derribe con la ametralladora los maniquís. Tiene cinco minutos. –
-¡unidad conmigo!-
Empecé a corres hasta la otra punta del campo. Joan iba tras mí con el trípode. Gabriel a la par que Joan con la torreta, Marta salió al sprint hacia el muro. Y lo sorteó usando la cuerda para subir el muro. Joan y Gabriel se ayudaron entre ellos para pasar la ametralladora por encima del muro sin matarse. Martin me tendió la mano al llegar arriba. Al coronar el muro salté de él y me dirigí hacia unos alambres de espino. Debíamos de pasar a rastras por debajo de ellos. Martin se enganchó un par de veces, pero no sufrió daño alguno. Después de este obstáculo quedaba el último que era saltar dentro de una trinchera y montar la torreta. Joan saltó primero, y montó el trípode. Gabriel encajó la torreta con una precisión impresionante. Marta colocó la munición y Gabriel cargó la ametralladora. Apuntó y disparó.
Al acabar la descarga la ametralladora echaba humo. Sacarla de ahí sería peligroso, por eso Gabriel sacó un pañuelo y agarró la ametralladora que quemaba.

18:55
Hemos repetido este ejercicio varias y repetidas veces. Hemos conseguido uno de los mejores tiempos de todas unidades. Ahora tenemos tiempo libre, así que creo que le voy a escribir una carta a Judith. Me tumbo en mi cama cojo una libreta de hojas grandes y empiezo a pensar un posible inicio. De repente suena una sirena, y se sienten pasos rápidos en el exterior. Se oyen disparos de antiaéreo. Recojo el fusil y salgo fuera. En el exterior, hay aviones sobrevolándonos. Los soldados cruzan la pista todo el rato. Los antiaéreos están derribando algún avión. Aun así somos carne de cañón. De algunos aviones se ven saltar paracaídas con cuerpos agarrados a ellos. Me agrupo con mis compañeros. Dibujo la pista con un palo en el suelo. Todavía hay tiempo.
Señalo la parte del sur de la pista.
-Aquí estamos nosotros. Ellos aterrizarán en la otra punta de la pista.- A escasos metros de nosotros hay una barricada hecha de sacos de arena.
-Debéis de llegar a esa barricada y acribillarlos desde allí. Mientras, Martin y Marta, debéis ir a buscar tanta munición como podáis. Con la que tenemos no hay suficiente. Yo me quedaré aquí con vosotros. Si las cosas se tuercen debéis salir de aquí tan rápido como podáis. Yo os cubriré. ¿Entendido?-
Martin y marta salieron disparados hacia los barracones de munición. Los primeros paracaidistas aterrizaron. Apunté con mi fusil hacia ellos y empecé a disparar. Nos semi-convenía atraerlos hacia nosotros. Si no era así se dispersarían por el aeródromo y serían imposibles de cazar.

19:15
Marta y Martin ya han vuelto con munición. Tienen balas y granadas. Han podido tomar prestado un fusil, puesto que marta está desarmada. Los paracaidistas están a unos escasos cien metros de nosotros. Le doy una granada a Joan.

-Hazme mil maravillas con esto.- 


¿Que os parece? comentad pls.

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